PUNTO PARA LA LIMPIEZA SOSTENIBLE

El impacto ambiental de las prácticas de limpieza en el sector sanitario plantea desafíos para la industria.

La seguridad de los pacientes en el ámbito sanitario, los costos y la responsabilidad ambiental y social es un tema al que presta atención la directora de adquisiciones clínicas de Black Country Alliance, Clare Nash.
La idea de la especialista es que al equilibrar los factores ambientales, sociales y financieros, y aprovechar las herramientas y las oportunidades de financiación, los proveedores de atención sanitaria pueden dar pasos significativos hacia un futuro más ecológico.
En diálogo con Interclean, dijo: «El uso de productos de limpieza tiene numerosos impactos ambientales y es fundamental tenerlos en cuenta todos. Desde la energía utilizada para fabricar los productos hasta el agua y los productos químicos necesarios en los procesos de limpieza, el costo ambiental es significativo”.
La directiva expreso que “los productos químicos tóxicos pueden dañar la vida acuática, y destacó la importancia de elegir soluciones no tóxicas”. También destacó los residuos de envases y las emisiones del transporte como consideraciones fundamentales
“El uso de empresas de limpieza que emplean a personas locales apoya a las comunidades y crea puestos de trabajo bien remunerados y significativos”, añadió Nash.
Al respecto, indicó: “Debemos tener en cuenta la extracción de materias primas, la fabricación, el transporte y el uso de los productos, y cómo se eliminan al final de su vida útil para reducir el impacto que estamos teniendo en nuestros recursos planetarios, lo que genera cada vez más residuos”.
Nash destacó la importancia de examinar las etiquetas de sostenibilidad. “Las etiquetas ecológicas a menudo certifican al proveedor, no al producto. Por lo tanto, es fundamental interrogar a los proveedores y comprender realmente lo que significan sus afirmaciones”, dijo.
“El costo es nuestro mayor desafío”, aseguró. Por lo pronto, las limitaciones presupuestarias dificultan la justificación de los cambios. “»No existe un Planeta B. Debemos tomar las decisiones correctas ahora para garantizar que la atención sanitaria sea sostenible a largo plazo”, aseveró.