Las hidrolavadoras se han convertido en un aparato imprescindible a la hora de la limpieza profesional. Desde un conducto de agua normal, donde la presión dominante es de aproximadamente cuatro bares, el líquido entra a la hidrolavadora, donde una bomba de alta presión genera una presión de hasta 160 bares y, a continuación, sale por una pequeña boquilla de alta presión, como un chorro concentrado con un elevado efecto de limpieza. En 1950, se desarrolló la primera hidrolavadora europea con agua caliente para limpieza profesional y en 1984, se lanzó al mercado la primera hidrolavadora portátil para hogares, la HD 555 que se convirtió en un hito en la historia de la limpieza. Con hidrolavadoras de alta calidad, la limpieza se efectúa con mayor rapidez y se ahorra hasta 50% de tiempo, lo que permite ahorrar también hasta 50% de energía y agua; ventajas notables que han sido confirmadas por el instituto Fraunhofer Institut. Con la combinación adecuada de equipo, accesorios y detergentes la suciedad más incrustada será removida sin inconvenientes. El accesorio adecuado, además, multiplicará las posibilidades de limpieza y hará que la limpieza sea más eficaz, cómoda y económica. Con accesorios especiales se podrá ampliar el campo de aplicación de las hidrolavadoras, por lo que siempre habrá a una disposición la solución adecuada para cualquier necesidad de limpieza especial. 12 de enero de 2017 – ep