Para limpiar a seco se necesita la combinación de una eficiente acción mecánica y un buen solvente. La tendencia apunta a buscar productos ecosostenibles. Una máquina para limpiar indumentaria a seco es semejante a un lavarropas, pero es más grande y funciona por circuito cerrado, donde el solvente es recuperado, filtrado y reutilizado durante el siguiente ciclo de limpieza. Los solventes utilizados son varios como el percloroetileno y el siloxano (silicona), pero las últimas tendencias apuntan a su remplazo por un hidrocarburo como el KWL, que comenzó a ser usado en Estados Unidos, Canadá, Alemania y los países escandinavos. El KWL es un solvente poco volátil y controlado. En los países más avanzados en materia de desarrollo sostenible, 95 % de las nuevas instalaciones para limpieza a seco fue dotada de esta tecnología ecosostenible, dados los peligros que puede generar el percloroetileno. Durante la carga y descarga de la máquina de limpieza en seco, el trabajador puede inhalar los vapores del producto solvente residual que queden en el tambor y su piel entrar en contacto con la ropa impregnada en el producto. El cambio de compuesto se debe a que el percloroetileno fue clasificado como compuesto con posibles efectos cancerígenos. Además, es un alterador endocrino que perjudica la forma de vida del individuo y su descendencia. Su inhalación prolongada o repetitiva puede originar depresión, mareos, jaquecas, somnolencia, olvidos e inhabilidad para concentrarse. También, puede afectar el sistema respiratorio, la piel, los ojos. 18 de agosto de 2016 / ep