Las chinches de cama son insectos muy pequeños de forma ovalada, de color marrón y planos que se alimentan de sangre. Estos ácaros pueden vivir varias semanas sin alimentarse, no vuela ni salta, pero son muy ágiles y buenas trepadoras. No suelen exponerse a la luz, y prefieren picar de noche. Son capaces de colocar hasta 200 huevos en tandas de 14 por día en su etapa reproductiva. La chinche de cama es un insecto pequeño y su altísimo nivel de reproducción facilita la colonización de áreas que poco antes estaban libre de ellas. Además, por hospedarse en aves el contagio no conoce una forma de control real y efectivo. Suelen esconderse en grietas y entre la ropa, lo que dificulta la detección de la plaga hasta que se sale de control. Asimismo, los sitios públicos como teatros, cines, mercados, bares, que suelen estar plagados de aves y roedores, favorecen la infestación. Para detectarla, la primera opción es verla, aunque lo que la gente suele notar son las ronchas y las reacciones alérgicas a las picaduras. El momento en que la chinche de cama succiona sangre suele ser indoloro gracias a una sustancia anestésica que libera, pero inmediatamente se detecta una fuerte picazón que empeora con el tiempo. Otro signo suelen ser manchas de sangre en la ropa de cama y un olor dulce que se empieza a detectar cuando la infestación llega a niveles de plaga. No hay un tratamiento específico para sus picaduras, se usan lociones y cremas antihistamínicas, para calmar la picazón. No hay información certera de que las chinches de cama sean vectores de enfermedades. Un cuidado plan de trabajos y precauciones son la mejor manera de lograr su efectivo control. Los químicos se deben utilizar de manera idónea ya que si se utilizan mal pueden generar que las chinches se escondan y empeorar el problema. Los aerosoles de descarga total y las trampas de monitoreo son herramientas necesarias para el control. Hay equipos de ondas que han funcionado, pero están en etapa de desarrollo. Hay una serie de medidas para el control: ordenar los ambientes, lavar toda la ropa con agua caliente, con temperaturas de 60 grados o más, una aspiración completa y exhaustiva de los ambientes infestados recolecta los huevos y limita el acceso a alimentos, si se detectan nidos dentro de almohadas y colchones, es recomendable enfundarlos y reemplazarlos. 4 de agosto de 2016 – ep