Más allá del generalizado respaldo al empleo de productos biodegradables, se han generado algunas controversias respecto de ciertos aspectos de esos elemento. Recientemente fue difundido un informe basado en un estudio científico publicado en la revista científica Environmental Science and Technology que trataba sobre este tema. Según la investigación, los productos biodegradables no necesariamente son 100% ecológicos. Hay que tener en cuenta cuánto tiempo demoran en descomponerse y -sobre todo- qué tipo de descomposición harán: aeróbica o anaeróbica. Al ser llevados a vertederos en los que la descomposición es anaeróbica (es decir, sin oxígeno) liberan gas metano, uno de los “gases de efecto invernadero” que ocasionan el calentamiento global. Algunos vertederos capturan este gas y lo utilizan como fuente de energía, pero muchos otros simplemente liberan a la atmósfera. Estos problemas se revierten cuando los residuos de material biodegradable son sometidos a una descomposición aeróbica como lo es, por ejemplo, el compostaje. Sin embargo, habrá que tener en cuenta que casi todos los materiales tienen fecha de caducidad, por tanto los que no son biodegradables, en realidad son los que tardan más tiempo en desaparecer y ser asimilados por la naturaleza. Pero, estos productos, sobre todo los fabricado por procesos químicos, pueden tener consecuencias para el medio ambiente. El exceso de elementos que tardan mucho tiempo en desaparecer causa un excedente de residuos en los vertederos, que no tienen suficiente capacidad para albergar tal cantidad de residuos, causando un impacto paisajístico negativo. Además, producen efectos adversos en el ecosistema de la zona, donde plantas, animales y seres humanos son afectados por estos residuos, debido a la disminución de calidad del agua, del suelo y del aire. Esto repercute en cambios en el ecosistema del lugar y en los flujos migratorios, muerte de especies por envenenamiento. En muchas ocasiones, el exceso de residuos de escasa capacidad biodegradable hace necesaria la eliminación de este tipo de residuos por otros métodos, normalmente incineración, lo cual emite sustancias contaminantes a la atmósfera y contribuye a acelerar el efecto invernadero. Por supuesto, también repercute en la agricultura y la ganadería, con una disminución en la calidad del suelo o el agua que puede llegar a dejar la zona inservible para estas actividades. 5/11/2015 ep