Las superficies de acero inoxidable deben estar libre de depósitos contaminantes y materiales extraños. El acero inoxidable es un material de elección para las industrias alimenticias, farmacéuticas y biotecnológicas, especialmente para las superficies en contacto con los productos. Sin embargo, para lograr todas las ventajas de sus excelentes propiedades, la superficie debe estar libre de depósitos contaminantes y materiales extraños, que se pueden eliminar reconociendo sus fuentes y realizando buenos procedimientos de limpieza. Los fabricantes de productos de acero inoxidable (chapas, barras, productos de fundición, etc.), realizan grandes esfuerzos para despachar sus productos con una buena terminación superficial. Sin embargo, durante el transporte, o a medida que se van construyendo los equipos de proceso, y durante su uso, las superficies se ensucian con muchos tipos de materias extrañas y perjudiciales. Para que el acero inoxidable tenga un buen desempeño se debe eliminar toda esta contaminación. Defectos y técnicas para eliminarlos Polvo y suciedad: Se debe lavar con agua y/o detergente. Si es necesario, hacerlo con agua a presión o vapor. Inclusiones de partículas de hierro: Tratar la superficie con solución de ácido nítrico al 20% y lavar con agua limpia. Si el hierro está aún presente, utilizar una solución de acido nítrico (10%) y ácido fluorhídrico (2%). Lavar con agua limpia y repetir si es necesario. Rasguños y manchas de calentamiento: Pulir la superficie con un abrasivo fino. Decapar la superficie con una solución de ácido nítrico al 10% y ácido fluorhídrico al 2% hasta eliminar todas las trazas. Lavar con agua limpia o electropulir. Áreas oxidadas: Tratar la superficie con una solución de acido nítrico al 20%. Confirmar la eliminación del óxido y lavar con agua limpia o ácidos nítrico o acético diluidos. Rugosidades: Pulir con un abrasivo de grano fino. Marcas de electrodos: Eliminar mediante pulido con abrasivo de grano fino o soldar encima si está en la línea de la soldadura. Salpicaduras de soldadura: Prevenirlas mediante la utilización de una película adhesiva a los costados del cordón de soldadura, o eliminarlas utilizando un abrasivo de grano fino Marcas de decapante de soldadura: Eliminar mediante abrasivo de grano fino. Defectos de soldadura: Si es inaceptable, eliminar con amoladora y volver a soldar. Aceite y grasa: Eliminar con solventes o limpiadores alcalinos. Residuos de adhesivos: Eliminar con solventes o mediante pulido con abrasivo de grano fino. Pintura, tiza y crayón: Lavar con agua limpia y/o limpiadores alcalinos. Productos de proceso: Lavar con agua limpia o vapor, o disolver mediante solvente adecuado. Depósitos coloreados: Disolver con ácidos nítrico, fosfórico o acético al 10-15 %. Lavar con agua limpia. Naturaleza de la superficie Cuando el acero inoxidable se saca del baño ácido y se enjuaga con agua en la usina siderúrgica, una fina capa de óxido adherente se forma instantáneamente. Esta capa transparente, con un espesor típico de 8 a 10 Angstroms, está formada principalmente por óxidos de cromo y también contiene hierro y níquel. Cuando está limpia y adecuadamente formada, es bastante inerte bajo la mayoría de las condiciones. En este estado, se dice que el acero inoxidable está en estado «pasivo». Los subsiguientes tratamientos de «pasivación» son principalmente tratamientos de limpieza que no inducen la pasividad, pero reparan los defectos en la superficie y eliminan las sustancias que pueden dañar la película superficial. Esta película, aunque muy fina, es extremadamente durable y se mantiene continuamente en el aire u otro ambiente oxidante, tales como agua aireada o ácido nítrico. Cuando se produce un daño en este tipo de medio, la película se repara automáticamente. Hay muy pequeña diferencia en la composición y propiedades de la película pasiva entre los diferentes tipos de acero inoxidable, aunque ciertas adiciones a la aleación, tales como molibdeno, pueden estabilizar el óxido y aumentar la resistencia a la corrosión. NG-20 de agosto de 2015