Las alfombras son atractivas en todos los ambientes, a los que les presta categoría; pero si está sucia la impresión es la inversa y no permite que se aprecien sus detalles. En las alfombras, muchas veces aparecen sombrados, un efecto que se localiza en áreas específicas en forma de sombras y de un tono diferente al resto. Se produce generalmente por la circulación en el ambiente, que deforma el pelo del tejido en diferentes direcciones y también alrededor de los muebles. A veces se obtienen buenos resultados con una plancha caliente, colocando entre la alfombra y la plancha una tela húmeda y cuidando de no aplastarle el pelo sino de transferir humedad a la alfombra, orientando inmediatamente con un capillo el pelo en el sentido del resto. De no resolverse, los profesionales cuentan con la experiencia como para hacerlo. Los pliegues y englobamientos en las alfombras de pared a pared, se pueden notar en días de mucha humedad temporariamente. Si no desaparecen en un día seco, será necesario recurrir a servicios profesionales para volver a estirar la alfombra. Para que esto no vuelva a ocurrir, se debe exijir que en la colocación sea utilizado un «estirador de palanca» y no «de rodilla» Además, cualquier elemento áspero, un clavo en el taco, un implemento de trabajo, etcétera, podrá en algún momento causar un enganche en las alfombras, especialmente en las de tipo “buclé“. Tratándose de algún hilo suelto cortarlo al ras con tijera y no arrancarlos, será una solución; pero los enganches largos o de varios nudos deberán ser restituidos con un buen adhesivo. Las fibras de lana o «pelusas» que se desprenden de su nueva alfombra o que se encuentran en su aspiradora son las que quedan sueltas durante el proceso de fabricación. El pelo aplastado, producido por el peso de los muebles o el exceso tránsito en algunas áreas es normalmente solucionado con una plancha caliente, colocando entre la alfombra y la plancha una tela húmeda y cuidando de no aplastar el pelo sino de humedecer la alfombra. De inmediato se deberá pasar un cepillo a contrapelo con el propósito de levantarlo. La opacidad, en la mayoría de los casos, se produce por suciedad. El aire cargado de hollín y polvo deposita partículas aceitosas sobre la alfombra y penetra entre las fibras, produciendo opacidad en los colores. Una buena limpieza profesional restituirá la brillantez de sus colores originales. 30/07/2015 – ep