Los responsables de mantener la higiene de plazas o parques públicos deben considerar varios aspectos antes de elaborar un plan de trabajo. Las plazas o parques públicos son el corazón verde de cualquier localidad y espacios imprescindibles para la vida sana. Por las actividades deportivas, recreativas o tiempos de ocio, la limpieza de esos lugares es un factor clave. Los organismos o empresas a cargo de la higiene de un espacio verde tienen que tener en cuenta varios aspectos para diseñar un plan de trabajo: usos y las necesidades de cada zona; el nivel del tránsito de personas y vehículos; actividad comercial y cultural. La sostenibilidad es otro de los ítems presentes en el servicio de limpieza. Es necesario contar con el agua suficiente para limpiar las calles aledañas, incrementar las frecuencias de limpieza a través de equipos designados, instalar cestos de basura de mayor capacidad y durabilidad, programar los horarios de recogida de papel, cartón o basura en generar luego del cierre de los comercios de la zona. Algunas compañías, apuntalan las tareas con el lavado a presión del mobiliario urbano debido a posibles rastros de contaminación y humedad, y también a los malos hábitos de algunos ciudadanos. Los productos más comunes en estos casos son detergentes, biodegradables y abundante agua, equipos de alta presión y herramientas especiales, y en algunos casos cal viva para minimizar olores desagradables. A su vez, hay que mantener limpias las fuentes de agua, realizar la poda de jardines, el corte del césped y el riego en las plazas.