Es conveniente revisar cada una de las partes que hacen al buen funcionamiento de la pileta y limpiar el agua periódicamente. Hacer una limpieza profunda es la forma de tener siempre lista la pileta, sobre todo en verano, época de altas temperaturas. Un primer paso consiste en desagotar realizar un desagote y utilizar ácido muriático para sacar todas las manchas que se puedan haber generado. Dependiendo del estado de la superficie, es probable que el procedimiento se deba repetir. Una vez limpia, o recién pintada, y llena, es conveniente cuidar el agua. Para ello es necesario contar con un kit básico de «supervivencia». Barrefondo, paleta quita hojas, productos químicos adecuados y componentes mecánicos a punto. Las partes mecánicas son fundamentales: hay que hacerles un control periódico. Se recomienda controlar que la bomba tenga la presión adecuada y que no esté obstruida por ningún elemento. También hay que ver periódicamente la rejilla, para evitar que se tape con hojas u otros desechos. Un buen consejo es prender el filtro de forma diaria por algunas horas. Por más que no haya gente en el agua, es conveniente usarlo todos los días. El cloro es un elemento que no puede estar ausente. Sus presentaciones más comunes son en pastillas, que se colocan en un flotador. Se estima una pastilla de cloro cada 5.000 litros de agua y se cambia una vez por semana, aunque depende del uso de y si los días son calurosos. También se se recomienda precipitadores, un barrefondo y la paleta quita hojas No olvidar que construir una pileta para pasar el calor del verano demanda 30 días de trabajo. Como dice el dicho: “El que quiere celeste que le cueste”.