Las grandes superficies vidriadas de los modernos edificios obligan a sus administradores a contratar especialistas en limpieza de vidrios en altura. La limpieza de los vidrios en altura supone un alto riesgo por lo que es fundamental elegir una empresa que cumpla con las normas de seguridad mínimas, con personal entrenado y cubierto por seguros de riesgo del trabajo. Para evitar situaciones de riesgo que pongan en juego la tranquilidad del administrador y la del consorcio, se debe dedicar especial atención a la selección de la empresa proveedora. Es importante tomar ciertas precauciones como analizar la solvencia de la empresa, sus antecedentes económicos y financieros; asegurarse de que no presente una situación laboral provisional o impositiva con conflictos o incumplimientos; contactarse con sus clientes y verificar el cumplimiento de las tareas encomendadas. Además, todo el personal deberá estar registrado y cubierto con los seguros exigidos para la actividad, en especial la aseguradora de riesgos de trabajo (ART). El administrador debería corroborar que el personal que realizará la limpieza esté comprendido en la cobertura y que la empresa tenga al día sus aportes mensuales. El trabajador deberá tener indefectiblemente el seguro de accidente de trabajo, que no puede ser reemplazado por el seguro de vida. Además de los seguros, es importante que el administrador, antes de la contratación, se informe de las medidas de seguridad que usa la empresa y la seriedad con que selecciona y dirige al personal. Los supervisores deberán hacer cumplir las medidas de seguridad y la utilización del equipamiento suministrado: en un error va la vida del operario. El trabajador no podrá tener exceso de peso, no podrá sufrir de vértigo, ni tener problemas cardíacos, auditivos, de vista. Además se verificarán los elementos de protección personal que se les suministran a los operarios para la ejecución de las tareas y que debe utilizar para proteger su vida y la de terceros. Se tendrá atención con las sogas aptas para alpinismo, con certificado de prueba estática y dinámica y capacidad de carga de 3.000 kilos. Deberán usarse arneses de seguridad de anclaje en la cintura, con su bloqueador de caída, que en caso de rotura detenga su caída lo antes posible (10 a 20 cm.). Cada persona deberá llevar un sistema de autoevacuación, para que el operario no sufra daños frente a un accidente. También apuntan a minimizar el daño que pueda producirse a terceros. De todos modos, se solicitará a la empresa un seguro de responsabilidad civil hacia terceros con la póliza endosada a favor del consorcio, verificar su vigencia (y la situación de la aseguradora) y solicitar el último recibo de pago. Esta actividad exige responsabilidad y alto profesionalismo. Existen empresas que saben que hacer y lo hacen, otras que lo saben, pero no lo hacen. La elección es obvia.