La maquinaria utilizada para la limpieza profesional es muy diversa, por lo que pueden surgir dudas sobre su operación y requieren de mantenimiento para que sean efectivas en su trabajo. Así, las aspiradoras en seco y húmedo, tienen motores eléctricos, con consumos de 1.000 a 2.600 W. Las de polvo tienen un solo motor mientras que las de polvo y agua incorporan dos. Dependiendo de las dimensiones del motor, podran trabajar durante más horas sin que se caliente en exceso. Se emplea también para el aspirado de agua en zonas inundadas o como un complemento de una pulidora. Los factores que influyen en las diferentes barredoras están supeditados a las dimensiones de la superficie a limpiar. En cuanto a su motor, se ofrecen con motor de cuatro tiempos para espacios abiertos, con una autonomía de dos a tres horas; o eléctrico, con baterías para interiores y una autonomía de hasta cuatro horas. Las fregadoras tienen las mismas características que las barredoras pero incluyen fregado de agua y producto, dejando una superficie más limpia. En el mercado hay máquinas de diferente ancho y modelos en los que el operario trabaja de pie o sentado. Operan con batería convencional y una autonomía de una hora y media a tres horas y media. En el mercado hay pulidoras de diferente tensión. El peso es un factor a tener en cuenta, ya que, cuanto más elevado sea, mayor será el rendimiento. También, los diferentes granos de piedra influyen en la rapidez del trabajo. Disponen de un solo motor eléctrico y todas funcionan conectadas a la red eléctrica, con un consumo de 1.000 a 1.200 W, y pueden trabajar durante varias horas. La diferencia entre los modelos de hidrolavadoras se da por el caudal de agua y presión. Es importante que para los diferentes trabajos puedan usar agua fría o agua caliente. Las máquinas de inyección–extracción fueron diseñadas para el lavado de moquetas y tapices, pudiendo mezclar el producto con el agua a través de la boquilla de lavado. Para evitar peligro o daños, no hay que efectuar nunca una operación de mantenimiento sin haber desconectado antes el cable de alimentación o el conector de las baterías. En el mantenimiento se deben hacer distintas operaciones: manutención y carga de baterías; limpieza del filtro; llmpieza del paso de detergente; limpieza general, sin usar hidrolavadoras, vapor, disolventes ni hidrocarburos; cambio de hojas de boquilla; cambio de fusibles, con revisión de cableados por técnicos especializados, y lubricaciones periódicas. A diario habrá que controlar que la válvula de rebosadero funcione correctamente; comprobar que el tanque de recuperación no esté incrustado de suciedad; limpiar el filtro del motor de aspiración; controlar que el filtro del tanque de solución detergente y limpiar las hojas de la boquilla de secado verificando que no estén gastadas. Semanalmente, se deberá comprobar que el orificio de aspiración de la boquilla de secado no esté atascado; limpiar el tubo de aspiración; controlar el nivel del electrolito en las baterías y añadir agua destilada, si fuera necesario.