El verano implica un desplazamiento de una gran parte de la población hacia las costas, para disfrutar de las playas que, si están limpias, serán mejores.
Una playa limpia implica mucho más de lo que puede percibirse a simple vista: por debajo de la arena, existen elementos peligrosos que es necesario remover para garantizar una estadía placentera. La limpieza de las playas es fundamental para disfrutar de un paisaje bello y seguro, y proteger el medioambiente al mismo tiempo.
Los equipos para la limpieza de las playas airean y depuran la arena en todos sus niveles. Utilizando estas maquinarias, no sólo se logra retirar todo tipo de residuos, sino que, además, el continuo batido y aireación de la arena elimina los microorganismos que producen infecciones en algunas playas.
Para sanear una playa, se remueve una enorme cantidad de arena: la arena húmeda que está debajo es removida y pasada a la superficie. Con ello se consigue que los rayos solares realicen su acción natural de eliminar bacterias y hongos, que la arena se oxigene y se transforme en una arena esponjosa y atractiva, que una superficie de playa de arena dura se transforme una superficie suave y proporcione un agradable placer al andar.
Además de esta desinfección natural producida por el efecto de los rayos ultravioletas, si una playa sufre contaminación por vertidos torrenciales o por residuos traídos por el mar, las máquinas para la limpieza de las playas pueden desinfectar la arena de forma rápida y segura.
Esto se realiza mediante equipos que vierten un desinfectante natural justo antes de iniciar la oxigenación de la arena. Este producto no afecta la vida de vertebrados ni peces, y solo elimina bacterias, hongos y virus escondidos en la arena contaminada.
28 de septiembre de 2017 – ep
