Los materiales sintéticos han invadido la vida diaria y su deposición final se transformó en un problema para el medio ambiente. Algunos datos para tener en cuenta.
El plástico está presente en todo el planeta y se lo puede encontrar en los envases de los productos de uso diario y también como ingrediente en los cosméticos, en el textil de la ropa, en materiales de construcción, juguetes y en multitud de utensilios y objetos.
Por eso, este elemento se transformó en un problema de contaminación, ya que ocho millones de toneladas de basura al año llegan a los mares y océanos, lo que representa el peso de 14.285 aviones Airbus A380.
Si bien se sabe que cada segundo más de 200 kilogramos de basura va a parar a los océanos, se desconoce la cantidad exacta de plásticos en los mares, aunque se calculó en unos cinco mil millones de fragmentos de plástico, sin incluir los trozos que en el fondo marino o en las playas.
Según los cálculos, 70% queda en el fondo marino, 15% en la columna de agua y otro tanto en la superficie, En el mundo, hay cinco islas de basura formadas en su gran mayoría por microplásticos, dos de ellas en el Pacífico, otras dos en el Atlántico y una en el Índico.
Se supone que en 2020 el ritmo de producción de plásticos habrá aumentado 900% respecto de 1980, con lo que serán más de 500 millones de toneladas anuales y la mitad de este incremento se producirá tan solo en la última década.
La producción global de plásticos se ha disparado en los últimos 50 años, y en especial en las últimas décadas: entre 2002 y 2013 aumentó 50%: de 204 millones de toneladas en 2002 se pasó a 299 millones de toneladas en 2013.
Existen muchos tipos de plásticos, aunque el mercado está dominado por cuatro tipos principales, polietileno (PE); polyester (PET); polipropileno (PP), y cloruro de polivinilo (PVC). La mayoría de ellos se emplean en la fabricación de envases, es decir en los productos de un solo uso.
ep