El avance hacia una economía más amigable con el medio ambiente ha generado la aparición de nuevas competencias profesionales.
En los últimos años, el mundo laboral comenzó a enfrentar desafíos en cuanto a las capacidades relativamente nuevas que deben tener los trabajadores para lograr una economía con bajas emisiones de carbono, eficiente en el uso de los recursos y resiliente a la transición hacia una economía verde.
Estos empleos apuntan hacia actividades económicas que limitan la contaminación, en todas aquellas profesiones relacionadas con la reducción, el control y la eliminación de agentes contaminantes.
Además, aparecieron actividades de transición hacia una economía verde, que se centran en la adopción de prácticas empresariales sostenibles para reducir las emisiones y preservar los recursos naturales, que pueden darse en todos los sectores de la economía, mientras se produjo una ecologización de las empresas y las profesiones.
En tanto, en algunos sectores aparecen nuevos empleos, como ha quedado demostrado en los ámbitos de las energías renovables, la construcción ecológica, la economía circular y el reciclaje y el ecoturismo. Eso podría hacer necesaria la capacitación en nuevas habilidades.
Por otra parte, el proceso de cambio de las competencias laborales no es uniforme y hay diferencias regionales, nacionales y locales que identificar y utilizar para adaptar los planes a las particularidades geográficas, sociales, económicas y políticas.
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