UN ALIADO INVISIBLE

Las propiedades desinfectantes y desodorizantes del ozono han hecho posible desarrollar múltiples aplicaciones para la limpieza.

El ozono es altamente recomendable para el uso en desinfección de tanques de agua, la limpieza diaria, el lavado de ropa y alimentos, el aseo de personas, la desodorización de ambientes y vehículos, la eliminación de insectos y bacterias.
Diluido en las concentraciones adecuadas el ozono es capaz de crear ambientes purificados, libres de agentes contaminantes, frescos y sin olor desagradable. El uso de generadores especiales para purificar el aire de los vehículos es posiblemente la mejor manera de mantener depurado el ambiente, y es resulta útil en la limpieza de tapizados, de manera profesional.
Además, durante la cría o cultivo en la fase de producción o en la distribución y almacenamiento, el sector alimentario se beneficia de las propiedades del ozono para desinfectar y eliminar agentes contaminantes.
En la cría de animales de consumo y la ganadería, garantiza altos niveles de higiene y desinfección que inciden en la salubridad de los alimentos producidos. El riego ozononizado protege de contagios en cultivos, tanto por acción directa como por la cantidad de oxígeno que desprende.
En el procesamiento de los alimentos resulta útil el uso del ozono y también resulta beneficioso en la conservación en cámaras frigoríficas o almacenes.
La gastronomía tiene necesidades sanitarias y de purificación ambiental elevadas. El ozono puede desempeñar un importante papel en este sector a la hora de desinfectar cocinas y baños, en la conservación de los alimentos o en la producción de condiciones ambientales apropiadas en comedores y salones.
La inyección de ozono a través de generadores en los conductos de climatización y su difusión a todas los, pasillos, salas, comedores y departamentos de los hoteles garantiza un ambiente fresco y desinfectado en la totalidad de un hotel. Esto se produce porque las moléculas de ozono se adhieren a las partículas que producen infecciones o malos olores eliminándolas por oxidación.
En el transporte de alimentos y mercancías perecederas el ozono es útil dado que el frío es suficiente para conservarlos pero no para eliminar microorganismos, pero también es un sistema simple para la higienización y desodorización tanto de la mercancía transportada como de los envases.
En el transporte público de personas, ayuda a la desinfección y desodorización del aire del interior del vehículo, con lo que se consigue un ambiente interior más fresco y sano. Su aplicación es extensible a otros sectores, como la salud (ozonoterapia), la recuperación de edificios, limpieza de piletas y tratamiento de aguas residuales, entre otros.

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