Poder seguir la vida útil del plástico podría ayudar a mejorar su reutilización sin afectar su desempeño.
Esta tecnología permite capturar una gran cantidad de información que puede ser utilizada para la trazabilidad física y digital.
El reciclaje mecánico es el método más utilizado para recuperar plásticos, pero está atado a incertidumbres en cuanto a garantizar la inocuidad y calidad de la materia prima, y que las impurezas que pudieran mezclarse, de otros materiales o de origen orgánico, pueden comprometer el desempeño o la posibilidad de aplicar un producto reciclado.
Para mejorar la trazabilidad del material durante todo su ciclo de vida, una empresa australiana que tiene una tecnología para “marcar” objetos de manera permanente e irrevocable, comenzó a trabajar junto con una sección de la división Basf Performance Chemicals, con lo que se busca digitalizar de objetos físicos.
Utilizando una especie de código de barras de base química, se marcan objetos físicos y se los vincula con un gemelo digital, junto con una etiqueta en una grabación de blockchain. Ese código de barras soportará procesos de manufactura y reciclaje, sin alterar la apariencia o desempeño del objeto.
Esta tecnología puede capturar información del polímero y de cómo el plástico se mueve a través de todo el proceso de producción y distribución, y con ella se podrá desarrollar un paquete de aditivos apropiados los integrantes de la cadena de suministro que usen material reciclado, para darle más valor al plástico e incrementar la productividad de los recursos.
Las dos compañías han firmado un acuerdo conjunto de desarrollo, con el cual crean soluciones para la trazabilidad y circularidad de los plásticos, según el cual Basf aporta su experiencia en aditivos plásticos, know-how regulatorio y comprensión de la cadena global de plásticos y ambas compañías combinarán sus capacidades de investigación y desarrollo.
ep