Una producción coreana que se estrenará en febrero otorgará una nueva visión sobre los menos atractivos de los trabajos de limpieza.
La película fue ambientada en el año 2092, con la Tierra al borde de la destrucción por culpa de la contaminación.
Si alguien piensa que las tareas de limpieza a gran escala no tienen glamour y que, por lo tanto, no califican para ser tema de una superproducción internacional, puede ir desistiendo de su idea y considerar retractarse de ella.
Es que la plataforma internacional de cine Netflix anunció que el 5 de febrero estrenará Barrenderos espaciales, una producción coreana elegida para cumplir con la decisión del conglomerado de películas de presentar un título cada semana, en especial estadounidenses, sin dejar de lado su apuesta por los trabajos de otros países no tan tradicionales para estas latitudes.
Esta superproducción de gran costo de producción y de ciencia ficción, que sería la primera de esas características de Corea del Sur, fue ambientada en el año 2092, con la Tierra al borde de la destrucción por culpa de la contaminación, que llevó a los más adinerados a buscar una nueva vida en el espacio exterior.
En ese contexto, se desarrolla la vida de la tripulación de un transbordador espacial que se gana la vida recolectando chatarra de gran valor en grandes basurales.
Barrenderos espaciales es un largometraje dirigido por Sung-Hee Jo, quien en 2012 había presentado “A Werewolf Boy”, la tercera película más taquillera de ese año en su país. En este nuevo título uno de sus objetivos fue «demostrar que estar unidos en armonía es la verdadera victoria» que logra la tripulación protagonista de la ficción.
Los actores principales de ‘Barrenderos espaciales’ son Kim Tae Ri, Yoo Hae Jin , Jin Sun Kyu y Yoo Hae Jin. Sin embargo, para al público occidental será más reconocible la actuación de Richard Armitage, el Thorin en la trilogía de El Señor de los Anillos que dirigiera Peter Jackson.
De esta manera, el cine le pondrá un toque de encanto a una tarea vinculada con la higiene y que parecía –hasta ahora- no ser demasiado atractiva a la hora de considerarla.
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