Los depósitos de acero inoxidable tienen una serie de especificaciones para su mantenimiento.
En las bodegas, de manera periódica, hay que mantener la debida asepsia en los materiales e instalaciones, especialmente en sus depósitos. Las sales del ácido tartárico insolubilizadas se depositan en las paredes de los recipientes, formándose una costra que engloba restos de suciedad y puede constituir un foco de contaminación microbiana.
Para evitar que eso suceda, la superficie interior de los depósitos es conveniente realizarla con un destartarizado químico, donde las paredes no sufren daño alguno.
Para las operaciones de higienización es importante establecer un programa de mantenimiento de la maquinaria e instalaciones, realizando inspecciones periódicas sobre las mismas y reparando los elementos dañados o estropeados.
Las técnicas y métodos de limpieza consisten en aspersión de baja presión, espumas; cepillado; inmersión; recirculación:
Los productos de limpieza y desinfección en el acero inoxidable pueden ser álcalis fuertes, amonios cuaternarios, productos clorados en medio básico, ácido y nítrico. Mientras que los productos no sugeridos son productos clorados en medio ácido, ácido clorhídrico y productos abrasivos.
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