Un informe alienta a que los municipios y los operadores de incineradoras disminuyan de forma rentable sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Clasificar los residuos mezclados antes de incinerarlos es una estrategia rápida y rentable para conseguir reducciones sustanciales de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la valorización energética de residuos, según concluye un nuevo estudio de Zero Waste Europe y Equanimator Ltd.
El estudio, titulado “¿Materiales o gases? Cómo capturar el carbono”, compara dos enfoques -la clasificación de residuos mixtos sobrantes y la captura y almacenamiento de carbono (CAC)- como posibles vías para que los municipios y los operadores de incineradoras minimicen la carga climática de estas instalaciones.
Mientras la Unión Europea estudia la inclusión de la incineración de residuos municipales en el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE), el estudio aboga por que los municipios y los operadores de incineradoras disminuyan de forma rentable sus emisiones de gases de efecto invernadero.
De acuerdo a una publicación de Residuos Profesional, el estudio enfatiza que, aunque la incineración con CAC puede lograr mayores niveles de reducción, los costes asociados son significativamente más elevados. Por el contrario, la clasificación de residuos mixtos ofrece un enfoque rápido y rentable para lograr una reducción significativa de los gases de efecto invernadero procedentes de la incineración, evitando al mismo tiempo un mayor bloqueo gracias a una infraestructura más barata y flexible desde el punto de vista operativo.
Sinergia
Dominic Hogg, director de Equanimator, afirmó “Las conclusiones de este estudio revelan que el sistema de clasificación destaca como el método más rentable para lograr reducciones de las emisiones de CO2 en todo el sistema. Por el contrario, la captura y almacenamiento de carbono aparece como el medio menos rentable. Sin embargo, la sinergia de ambos enfoques demuestra el potencial de mayor reducción global de las emisiones de dióxido de carbono, reduciendo el coste medio aproximadamente a la mitad en comparación con depender únicamente de la CAC”.
A la luz de los resultados de este estudio, Zero Waste Europe recomienda a la UE que adopte un enfoque gradual, utilizando la clasificación de residuos mezclados de forma extensiva y rápida, seguido de la aplicación selectiva de CAC sólo en instalaciones que se prevean necesarias en el futuro.