Es vital conservar normas de cuidado para reducir el riesgo de agentes patógenos. El llamado a tiempo de especialistas puede evitar la aparición de plagas. La higiene en la cocina asume varios aspectos como la correcta limpieza de los utensilios, incluyendo los trapos, el estado de los alimentos frescos, de las neveras, la manipulación y el estado de los alimentos. En algunos hoteles estos aspectos no suelen tenerse en cuenta. Sin embargo, instituciones estatales y privadas suelen ser bastante estrictas con la limpieza. La higiene en la cocina no significa que esta deba estar estrictamente esterilizada como si de un quirófano se tratase. Solo se debe mantener una correcta limpieza y unas normas de cuidado fundamental para reducir el riesgo de agentes patógenos. Dentro de la cocina hay zonas con las que se debe tener especial cuidado, debido a que son focos de contaminación. La despensa debe ser un lugar fresco, seco y ventilado; la nevera requiere de un especial cuidado con una limpieza periódica; a los utensilios es aconsejable lavarlos cada vez que los empleemos (dentro de esta categoría se incluyen de cocina). Las superficies pueden producir la contaminación de los alimentos, en ellas se manipulan diferentes alimentos. Los expertos llaman a esto contaminación cruzada. En la zona de residuos, el cubo debe permanecer siempre tapado y debe lavarse con frecuencia. A su vez, de debe evitar la aparición de plagas. Para ello, se tienen que cumplir y vigilar las medidas preventivas de las instalaciones como mallas o mosquiteras. Si encontramos algún animal, se debe dar aviso a empresas externas, homologadas por las autoridades competentes, para que ellos los hagan desaparecer.