Es cada vez más habitual que el profesional de hotelería y cocina busque en la higiene de sus instalaciones un elemento diferenciador de su negocio. La sociedad es cada vez más sensible y exigente, no sólo con la calidad de los productos y la seguridad alimentaria, sino también con ámbitos relacionados con la limpieza e higiene, como son la sostenibilidad y el bajo impacto ecológico de las sustancias que se utilizan para conseguirlo. Algunas empresas ven en la excelencia de la limpieza e higiene su marca de negocio, obsequiando al cliente una imagen pulcra y límpida de su cocina, a través de grandes ventanales e incluso comedores integrados en las zonas de trabajo. Como respuesta a esta tendencia, varias instituciones certifican al establecimiento por su exhaustiva labor en la limpieza, y también cada vez son más los que confían a profesionales externos el trabajo de la limpieza e higiene de sus instalaciones. No sólo es cuestión de imagen, la preocupación hacia la higiene de sus cocinas tiene una base muy real y es la directa incidencia de estos factores, entendidos como el conjunto de conocimientos y técnicas que se llevan a cabo desde la producción de un alimento hasta su consumo con objeto de preservarlo, en la seguridad del mismo. La contaminación química es un riesgo asociado: un inadecuado proceso de limpieza puede ser fuente de intoxicación por sustancia química, lo que hace que una correcta limpieza en el proceso de elaboración de un alimento sea un factor determinante en la seguridad sanitaria. Además de los planes de análisis de puntos críticos, que incluyen el desarrollo de sistemas de higiene de instalaciones, superficies, equipos y utensilios en la cocina industrial, los profesionales buscan nuevas y más eficaces soluciones. Empresas especializadas, consultoras y fabricantes de productos de limpieza no son ajenos a esta demanda. La limpieza profesional se vuelve inteligente gracias a las nuevas tecnologías: paneles de control personalizables; paquetes de herramientas automáticas conectadas online; trazabilidad y gestión de servicios con información a tiempo real; aplicación de códigos QR. Se podrán aplicar otras técnicas, como la nanotecnología o la robótica, sin perder de vista las soluciones personalizadas. 5 de mayo de 2016 – ep