Las fiestas de fin de año impulsan el incremento de las compras pero ¿Quién compraría en un comercio sucio? La limpieza es un servicio necesario para cualquier comercio y su objetivo es que los clientes dispongan de unas instalaciones cómodas, agradables y eficientes para que solo tengan que dedicarse al máximo a su actividad central: comprar. Los centros comerciales tienen que estar impecables, porque de eso depende que sus visitantes queden satisfechos, con lo que la cantidad de personal que hará la tarea depende de la superficie a tratar, de si tienen varios pisos, estacionamientos, patios de comidas o juegos, por lo que es difícil establecer la cantidad de trabajadores que harán falta, de antemano. La empresa que realice la limpieza se centrará en salones, pasillos, escaleras, ascensores, baños, exteriores, estacionamiento. También deberá ponerse atención al mantenimiento, la restauración, jardinería, control de plagas, higiene ambiental, seguridad, servicios auxiliares y facility management. En los centros comerciales es muy importante limpiar con más frecuencia zonas como los servicios, puesto que el tránsito de personas es muy elevado, y estar preparados para los problemas diarios que surjan. Las zonas exteriores son las más difíciles de limpiar, porque sus suelos suelen ser más porosos y rugosos, lo que hace más complicado eliminar algunas manchas. Por eso, es imprescindible usar máquinas y productos que no son necesarios en interiores. Aunque, el área más crítica son los baños que se limpian varias veces al día, para que el usuario tenga la sensación de que siempre están cuidados. Un trabajo específico es la eliminación de chicles, para lo cual comenzó a usarse un sistema que combina la acción mecánica de un cepillo metálico con agua caliente a presión, y la posibilidad de añadir un producto limpiador. El nivel de higiene que requiere un centro comercial es el máximo, porque es difícil que como usuarios repitamos la compra en un local cuyos pasillos o servicios estén sucios. 23 de noviembre de 2016 – ep