Es de gran importancia chequear los calefactores siempre que hayan estado un periodo de tiempo apagado. Si los calefactores no están bien limpios es muy posible que ocasione problemas en su funcionamiento. En principio, hay que tener en cuenta que, como en cualquier otro electrodoméstico, estos acumulan suciedad, como pelusas o impurezas del ambiente. También sucede que, como consecuencia del proceso de oxidación natural que se produce por la combustión, va dejando restos en la parte interna del quemador y con el tiempo estos comienzan a obstruir el paso de aire. Para darnos cuenta de este hecho deberemos observar la llama del quemador: si ésta se encuentra más amarillenta es porque se comienza a obstruir nuestro artefacto. Para limpiarlos se necesita un compresor de aire. Con cualquier tipo de calefactor, ya sea tiro balanceado o cámara abierta (sin salida), se puede aplicar esta técnica. El mejor elemento para llevar a cabo la limpieza del calefactor es utilizando aire a presión (compresor) limpiando bien la zona del quemador principal y la del piloto, prestando atención de la limpieza de los orificios de entrada de aire (en los calefactores hay dos caños de aluminio en la zona del quemador, el fino es el que corresponde al piloto). Con el compresor se limpia entonces el quemador principal dado que es donde se acumula la suciedad. NG-9 de julio 2015