Son varios los factores a tener en cuenta antes de encarar la limpieza de los techos, tanto en herramientas como productos. La limpieza de techos, además de importar la buena selección de una escalera a la cual subirse, implica que entre los elementos de trabajo estemos muñidos de un par de antiparras, un sombrero o gorra –que puede ser hecho hasta con papel de diarios- y un buen par de guantes. Para limpiar techos con moho será fundamental diluir en un balde con agua una parte de cloro por tres de agua y así poder accionar con este componente de manera eficaz. En caso de que las manchas sean amarillentas, seguramente es un ambiente en el que se fuma mucho y no hay que desesperarse, pues para sacar las manchas de tabaco bastará con usar jabón de azúcar diluido en agua y adiós manchas. En caso de que la limpieza de techos incluya un ambiente que fuera un local del tipo frigorífico y los techos estén azulejados pueden utilizarse mangueras de alta presión con detergentes del tipo industrial diluidos en agua y una solución de amoníaco a los fines de quitar las manchas, no sin siempre y en todo momento, guardar las normas de seguridad que permitan una limpieza de techos segura y eficaz. Para evitar todo tipo de inconvenientes es aconsejable cubrir interruptores de luz y tomas de corrientes, si existieran ventiladores de techo es importante cubrirlos también, así como calefactores y equipos de aire acondicionado. Una eficaz limpieza de techos importa contar con los detalles cubiertos en todo lo atinente a la limpieza, pero también en aquello relacionado con el cuidado de elementos de trabajo, del mobiliario si el ambiente no fue vaciado. La o las personas que realicen el trabajo de limpieza de techos deben estar protegidas, como se indicó anteriormente y es fundamental que quienes habitan el lugar (sea la casa, la oficina o la fábrica) lo desalojen hasta que la tarea haya finalizado. NG-9 de julio 2015