La desinfección física es un método que consiste, fundamentalmente, en la aplicación de calor y radiaciones, a partir de tres maneras diferentes: vapor, agua caliente y aire caliente. La concreción de este método de desinfección por medio de vapor es muy útil para desinfectar superficies de maquinarias u otras de difícil acceso que deban efectuarse sobre el piso. Exige un tiempo mínimo de acción de cinco minutos y tiene el inconveniente de generar condensación que puede favorecer el posterior desarrollo bacteriano y deteriorar determinadas superficies. El agua caliente se aplica generalmente por inmersión de utensilios y equipos. Se requiere una temperatura no menor a los 80ºC y un tiempo no inferior a los dos minutos. Se recomienda tomar precauciones para no sufrir quemaduras, como utilizar agarraderas o soportes apropiados para manipular los objetos a desinfectar. Su inconveniente es similar al del vapor por su tendencia a aumentar la humedad ambiental. El aire caliente se aplica también a 80ºC y debe hacerse con sumo cuidado. A diferencia de los anteriores no trae condensaciones que puedan favorecer el desarrollo posterior de los microorganismos. Es importante una adecuada limpieza previa a utilizar calor para desinfectar, porque la presencia de residuos proteicos quedaría virtualmente cocinados y pegados a la superficie por la acción del calor. En cuanto a las radiaciones, las ultravioletas actúan solamente en el limitado espacio que alcancen, por lo que sólo se justifican en algunos sectores como el de envasado, donde se exponen los alimentos por muy corto tiempo, ya que pueden alterar sus caracteres organolépticos, por ejemplo, color y olor de los productos grasos. El modelo genérico de limpieza y desinfección manual implica una prelimpieza para la eliminación gruesa de la suciedad y se realiza mediante raspado, frotado o preenjuagado de las superficies; una limpieza principal, mediante la aplicación del detergente para desprender la suciedad de las superficies; el enjuague; la deinfección en sí; el enjuague final y eliminación de los restos del desinfectante, y el secado.