Se trata de una de las claves para combatir el cambio climático. El rol clave de los recuperadores urbanos.
Al menos 2 millones de recicladoras y recicladores aportan el 50% de las materias primas secundarias en América Latina y el Caribe.
Especialistas del proyecto “Huella de carbono de centros de reciclado de América Latina”, que en 2022 evitaron la emisión de más de 150 mil toneladas de carbono, coincidieron en que este proceso sostenible “debe estar en discusión de las políticas públicas” y destacaron el impacto positivo de su gestión.
Según una nota publicada por Télam, el reciclaje inclusivo que llevan a cabo los recuperadores urbanos es un modelo efectivo de mitigación del cambio climático, de acuerdo a un proyecto científico que estudió seis organizaciones de distintos países latinoamericanos que evitaron, en 2022, unas 150 mil toneladas de carbono equivalente de emisiones de gases de efecto invernadero.
El proyecto, desarrollado por la plataforma Latitud R y la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad (EHyS) de la Universidad Nacional de General San Martín (Unsam), cuantificó el impacto climático positivo que tiene la gestión de los residuos a través de la economía circular y llamó a impulsar políticas públicas que financien estas iniciativas.
Fue iniciado en noviembre de 2022 y finalizó en octubre de 2023. Incluyó el diseño e implementó una calculadora para estimar la huella de carbono en seis centros de reciclado de diferentes tamaños de Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile y Argentina.
Mediciones
Además, se estimó la huella de carbono de los centros de reciclado, es decir, la cantidad de gases de efecto invernadero que emiten a partir de la combustión de sus vehículos o consumo de energía de la red eléctrica, entre otros aspectos.
Con datos de cada uno de los centros en cuanto al reciclaje de los residuos, también se calculó cuántas emisiones se evitó gracias al correcto tratamiento de los residuos, dando como resultado que en todos los casos las emisiones evitadas fueron mucho mayores a las emisiones de gases propias de los centros.
Según datos de Latitud R, al menos 2 millones de recicladoras y recicladores aportan el 50% de las materias primas secundarias en América Latina y el Caribe (ALC), pero sólo 10% están organizados.
En ALC se recicla menos del 5% de los más de 200 millones de toneladas de residuos generados anualmente, según el Banco Interamericano de Desarrollo en su informe Situación de la Gestión de Residuos Sólidos en América Latina y el Caribe, a la vez que el 45% de los residuos sólidos en ALC se «disponen inadecuadamente».
El manejo de residuos sólidos consume entre un 20 a un 40% de los presupuestos municipales, y sólo el 2% de las ciudades de ALC tiene programas formales de reciclaje.