Desde 2001 Odisea en el Espacio hasta la serie de Star Wars, el cine ha mostrado los problemas enfrentados por los astronautas, pero olvidó el prosaico lavado de manos. El cine intentó captar la vida cotidiana de héroes, villanos, campesinos, vaqueros, soldados y policías. Los astronautas no podían quedar al margen. Pero, a diferencia de todos aquellos que vivían bajo la atracción terrestre, los hombres del espacio deben enfrentar la poca o nula incidencia de la ley de gravedad. Para desafiar ese inconveniente, para lavarse las manos los vajeros del espacio realizan un proceso en tres pasos con una solución de jabón mezclada con agua en unas bolsas de plástico especiales. El astronauta canadiense Chris Hadfield mostró en un video cómo se lavan las manos los tripulantes de una nave cuando se encuentran en el espacio. Este proceso de completa en tres pasos. Los astronautas poseen una solución de jabón mezclada con agua en unas bolsas a las que añaden un tubo por el que saldrá la dosis necesaria. Antes de que la bola de solución comience a elevarse por la falta de gravedad, el astronauta debe atraparla y frotarse las manos con ella. Según Hadfield, se trata de una acción muy rápida ya que esta solución no debe secarse de manera natural, sino que el astronauta debe agarrar rápidamente una toalla y secarse las manos con ella. La tarea termina con el astronauta colgando la toalla para que seque, de modo que el agua que se evapore vuelve a la estación espacial para ser utilizada de nuevo. Un problema menos para el sacrificado Tom Hank de Apollo XIII.