Científicos de una universidad galesa establecieron un proceso para reciclar PET y utilizarlo para alimentar motores.
Los desechos plásticos podrían usarse como combustible para automóviles gracias a un proceso desarrollado por científicos de la Universidad de Swansea, en Gales, que han logrado transformar el plástico en hidrógeno, que podría usarse para hacer funcionar automóviles.
Moritz Kuehnel, del departamento de Química de la universidad galesa, explicó a la BBC cómo se agrega material absorbente de luz al plástico, antes de que se coloque en una solución alcalina y luego se exponga a la luz solar, para generar hidrógeno.
Según el investigador este proceso podría ser más barato que reciclar porque se puede usar cualquier tipo de plástico y no necesita ser limpiado primero.
Destacó que “cada año se usa mucho plástico, miles de millones de toneladas, y sólo se recicla una pequeña parte. Estamos tratando de encontrar un uso para lo que no se recicla”.
La mayoría de las botellas de plástico están hechas de tereftalato de polietileno (PET), que puede reciclarse pero a menudo terminan siendo quemadas o arrojadas al vertedero. Kuehnel dijo: “Pero incluso si lo recicla, tiene que ser muy puro, por lo tanto, solo PET, nada más mezclado con él y debe estar limpio”.
Añadió Kuehnel que “el proceso propuesto no es muy exigente. Puede degradar todo tipo de desechos. Incluso si hay comida o un poco de grasa, no detiene la reacción, la mejora“.
El proceso produce gas de hidrógeno, en burbujas que salen a la superficie y puede usarse para alimentar un vehículo con motor. Sin embargo, el proyecto a nivel industrial podría tardar años en desarrollarse.
El trabajo, financiado por el Consejo de Investigación de Ingeniería y Ciencias Físicas y una compañía petroquímica de Austria, también mostró que los restos podrían reciclarse para fabricar plástico nuevo. Sólo una parte del PET se utiliza para producir el hidrógeno y dióxido de carbono; el resto permanece intacto y continúa en la solución alcalina.
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