MENOS LAVANDINA

Los productos derivados del cloro pueden afectar el medio ambiente, por lo que se comenzaron a utilizar alternativas a la hora de la limpieza.

El poder desinfectante y blanqueador de la lavandina la convirtió en un producto básico de limpieza a lo largo de los siglos, a nivel doméstico y profesional. Sin embargo, la creciente conciencia sobre el respeto al medio ambiente ha hecho crecer la preocupación en torno del uso de productos percibidos como agresivos hacia el entorno, como este caso.
Dos de las principales preocupaciones que genera el uso de la lavandina son la posibilidad de las reacciones contaminantes a partir de su contenido en cloro -como compuestos organoclorados o vapores tóxicos derivados de su mezcla con otras sustancias- y los efectos de corrosión. Además, son características que pueden causar efectos perjudiciales para la salud humana.
Por eso, las empresas especializadas comenzaron a buscar la manera de incorporar productos libres de cloro e hipoclorito de sodio, entre otros diversos componentes a evitar en sus fórmulas. En el caso de las limpiezas profesionales, la acción se centra en localizar las cada vez más comunes alternativas comerciales biodegradables.
No obstante, cuando se trata de la limpieza cotidiana por parte de particulares, resulta más que recomendable evaluar la posibilidad de utilizar fórmulas caseras naturales con las que no se dejan de obtener resultados satisfactorios, como podría ser el bicarbonato, el vinagre o el limón para la limpieza y desinfección. Pero, donde se utilizan químicos se deberá hacer de la forma más racional y eficiente posible, de manera que se limite su impacto en relación a su beneficio.
En el ámbito comercial, las empresas buscan emprender una transición hacia una limpieza más sostenible, y cada vez más los propios clientes marcan como condición a la hora de contratar servicios de limpieza que se efectúen en base a unas pautas medioambientales, incluyendo el empleo de productos biodegradables o de impacto reducido.
Más allá de esto, a la hora de combatir algunas patologías derivadas del uso del agua o la limpieza en general, los profesionales de la salud siguen recomendando el uso de los derivados del cloro, para evitar su propagación entre las poblaciones más expuestas.

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