Los locales comerciales son la cara visible de la empresa y la marca por lo que se deben cuidar mucho los detalles que percibe el público. Dependiendo del tipo de negocio, el local debe ser sometido a una limpieza más profunda o más superficial. Esto cobra importancia cuando los locales son destinados a actividades relacionadas con alimentación o manejo de productos químicos, por ejemplo, donde además de la limpieza ordinaria se deben tener en cuenta las normas sanitarias. Los comercios son lugares con mucho tránsito, movimiento de mercadería, grandes cristales y alfombras, por eso una limpieza diaria sea imprescindible pero, una limpieza a fondo con cierta periodicidad será perfecta. Esto va a depender de la afluencia que tenga y de la actividad que se desarrolle. La limpieza del interior de las vidrieras es esencial. Son la cara visible que puede determinar la entrada o no de una persona. Los artículos allí colocados se deben de ver perfectos y se debe realizar con frecuencia diaria. Como complemento, está la limpieza de los ventanales de los mismos. Seguramente en los cristales haya huellas o incluso manos enteras, esta limpieza se debe realizar dos o tres veces al mes, según el tránsito o la estación del año. Por dentro no tendrán que limpiarse tan a menudo. Los espejos situados en el interior del local serán higienizados a diario. Los muebles expositores dirán mucho de la imagen de la tienda. Si los productos están manchados o entre polvo y pelusas, muchos clientes desistirán en su idea de compra, por eso su limpieza debe de ser también diaria. El mostrador es una pieza del mobiliario que se debe de guiar por los mismos criterios de limpieza que los expositores. Un depósito debe estar siempre limpio y en orden. En esta zona ya no entramos en la imagen para el cliente, es cuestión de la sensación percibida por los empleados y por el cumplimiento de ciertos aspectos en materia de seguridad. El barrido o aspirado y fregado diario de pisos es imprescindible para mantener la limpieza y desinfección necesarias para un lugar público. Hay que darle especial importancia a la entrada del local, debe mostrarse limpio, libre de pisadas o manchas. Es recomendable desinfectar los aparatos electrónicos cada tanto tiempo y además de la limpieza rutinaria de la cortina y del engrasado para su mantenimiento, también se limpiarán grafitis o pegatinas que afean la fachada. Existen otras tareas de limpieza que no se realizan de un modo tan periódico pero que son igualmente llevadas a cabo, como el control de plagas o desratización, el pulido de suelos, las lámparas que se limpian una vez al mes y las del perímetro exterior. 22 de septiembre de 2016 – ep