Especialistas del INTI realizaron una caracterización y diagramaron un plan, que podría disminuir la generación de residuos en 98%.
El Mercado Central de Buenos Aires es uno de los centros comercializadores de frutas y hortalizas más importante del país y de América Latina. Con el objetivo de mejorar la gestión de los residuos generados en el establecimiento, especialistas del INTI realizaron una caracterización de la situación actual y diseñaron un plan de trabajo.
Para el análisis, se diseñó un muestreo de contenedores representativo y se llevó adelante el procedimiento de caracterización —junto con la empresa de recolección del Mercado Central y miembros de las cooperativas que trabajan en el lugar—.
Para su clasificación, se mezcló el contenido de cada contenedor y se tomó una fracción aproximada de 150 kilogramos; cada muestra fue pesada, registrada en planillas e identificada dentro de una categoría para su posterior estudio.
“El mayor porcentaje corresponde a restos alimenticios, 71.4%; seguido por tierra, 7.3%; madera, 4.9%; cartón, 3.7%, y plásticos reciclables, 3.3%. El 11,3 % restante está conformado por categorías menores, cuyo tratamiento estará condicionado por la gestión que se realice en cada actividad”, detallaron Ana Muzlera y Nadia Mazzeo del INTI, que formaron parte del equipo de trabajo, integrado por el Programa Desarrollo de Tecnologías para Residuos, y los centros de Ambiente y Córdoba.
La información recabada permitió realizar proyecciones sobre la generación total y por categoría. En base a los resultados, el INTI diseñó un plan de gestión integral que contempla todos sus eslabones: separación en origen, recolección diferenciada, pre-tratamiento en una planta de separación y clasificación (en donde se acondicionan los residuos para su posterior tratamiento) y su envío al proceso tecnológico que se considere más conveniente o a disposición final.
“La implementación de la gestión integral de los residuos se propuso en cuatro etapas. Con la concreción de las metas propuestas para cada una —incluyendo como tratamientos el acondicionamiento y reciclado de residuos secos, la valorización de residuos orgánicos y un fin específico para la tierra—, se espera reducir en dos años un 49% los residuos que se destinan a CEAMSE. Si complementariamente se incluyera un tratamiento de valorización energética este porcentaje ascendería a 98%”, subrayaron Muzlera y Mazzeo.
«Los resultados nos permitirán ordenar y potenciar el sistema de donaciones de alimentos frutihortícolas de calidad, así como utilizar la fracción orgánica de los residuos para generar energía y otros productos, como compost. Además, en conjunto con el INTI, se están desarrollando manuales de procedimiento para diferentes áreas, se está realizando una segunda caracterización, con el equipo técnico del Mercado formado y asistido por el Instituto, y vamos a impulsar dos pruebas piloto de separación en origen”, anticipó Sánchez.
Fuente: INTI-Comunicación
8 de noviembre de 2017 – hm/ep