Los basurales a cielo abierto son los mayores receptores de los residuos generados por la población de la Argentina.
Los administradores municipales de la Argentina enfrentan el desafío de “tomar conciencia de que gran parte de los residuos en el país son inadecuadamente gestionados, con todos los perjuicios ambientales que eso trae asociado”, aseguró Marcelo Rosso, gerente de Nuevas Tecnologías y Control Ambiental de Ceamse.
El especialista, quien expuso sobre “Las tecnologías que se vienen” durante la 10ma. Edición de la Exposición Internacional de Limpieza e Higiene Profesional, realizó un diagnóstico de la situación en el país y precisó que “43% de los residuos sólidos urbanos generados en el país es gestionado por Ceamse, 22 a 25% lo es por otros municipios que cuentan con rellenos sanitarios y 35% aproximadamente de todos los residuos son destinados a cielo abierto”.
Aseguró que “eso afecta a la población, ya que el 29% de los habitantes de la Argentina está servida por Ceamse, 32% por los otros municipios que cuentan con rellenos de mayor o menor jerarquía y 39% termina afectado por basurales a cielo abierto. Esta es una gran oportunidad de mejora y es una de las metas para cumplir para una adecuada gestión de los residuos sólidos urbanos”, enfatizó.
El especialista reconoció que “la realidad es diferente a lo largo del territorio: por un lado la gran urbe del AMBA con una disponibilidad de recursos que no tienen otras ciudades, una situación intermedia y una gran cantidad de municipios que no cuentan con los recursos apropiados para hacer una gestión apropiada”.
Rosso estimó que “por eso se debe generar un recurso genuino para ellos, como ocurre en otros países, y no se sacarlo de una tasa municipal general, como ocurre hoy, porque lo que se prioriza en la mayoría de los casos es sólo la recolección. Lo que va contra los conceptos de la economía circular que podría dar un tratamiento mucho más eficiente”.
Al referirse a las alternativas de mayor facilidad para implementar, mencionó “el tratamiento de los residuos áridos, que se vincularía con la tramitación de los permisos de obra para que todos los residuos de construcción sean gestionados en una planta de procesamiento y obligar a que parte de los materiales sean reutilizados en la construcción. A lo que se podría apuntar fácilmente desde la gestión municipal con buenos resultados”.
“Otro punto es la gestión de los materiales de poda, más allá de que se trate de un tema estacional lo maneja el propio municipio”, destacó el directivo que disertó en Expo Clean 2017.
Además, consignó que “para la planta de tratamiento mecánico biológico estamos hablando de tecnologías mucho más sofisticadas y de mayor inversión, sumamente versátiles, con dos etapas. Con la selección de materiales que puedan ser reinsertados en el circuito productivo y el bioresiduo puede ser degradado para compostaje la otra será la obtención de un bioestabilizado sin llegar a compost”.
Precisó el ejecutivo del Ceamse que “se trata del 40 al 60 % de los residuos generados en un municipio, es una proporción muy importante, reduce volumen del relleno sanitario y transforma la materia orgánica de manera que no aporta al efecto invernadero y podría generar un biogás que se puede utilizar para la generación de energía eléctrica, por ejemplo”.
Rosso consideró además que haría falta “la sanción de una ley de responsabilidad extendida del productor que viabilizaría contar con los recursos para la logística inversa de embalajes, envases y lograr completar el círculo con su procesamiento o reinserción en el circuito. Se debe incentivar a la industria el uso de materiales reciclados y garantizar la sustentabilidad a largo plazo”, dijo.
21 de septiembre de 2017 – ep