La limpieza criogénica es un nuevo método revolucionario en las técnicas de limpieza y tiene múltiples aplicaciones. Se trata de una técnica que reemplaza, en muchos casos, otros métodos tradicionales como el chorreado de de arena, micro esferas de vidrio, plástico. El funcionamiento de la limpieza criogénica consiste en la utilización de un hielo seco suave en forma de pequeñas partículas, acelerado por presión de aire comprimido, consiguiendo un proceso libre de humedad, siendo así posible su utilización en lugares donde no se podrían emplear otros métodos. Lo más importante del empleo de la limpieza criogénica es que las partículas del material pasan de estado sólido a gaseoso al hacer impacto en la superficie y de este modo se consigue una superficie completamente seca y libre de sustancias extrañas. Este nuevo método revolucionario puede emplearse en cualquier tipo de revestimientos o superficies, incluso en el metacrilato o el aluminio sin dañarlo. Es adecuado para una amplia gama de aplicaciones, como las que siguen: Moldes para caucho y espuma de poliuretano; Intercambiadores de calor; trenes de soldadura; equipos de la industria alimenticia e industria química; daños producidos por el fuego (hollín, cenizas, etc); matrices, émbolos, tornillos sin fin; construcciones navales y procesos contra la corrosión; fachadas de edificios; mantenimiento en general; industria de la impresión; industria del automóvil y autopartistas; limpiezas de piezas delicadas; industria papelera; industria farmacéutica y plásticos en general. NG-16 de julio de 2015