La lucha contra la basura en las playas cuenta con unos nuevos aliados, los drones, que ayudarán a agilizar las labores de cuantificación y clasificación de residuos.
Con la filosofía de agilizar la clasificación de residuos, nació el proyecto Litter Drone, financiado por la Comisión Europea, que ha sido desarrollado por un consorcio que integran la Universidad de Vigo, la Asociación Española de Basuras Marinas y una empresa privada.
Su objetivo es patentar un sistema piloto para la caracterización de la basura marina en las costas de Europa con la ayuda de drones equipados con cámaras de alta resolución. Las imágenes se procesarán con un software de reconocimiento de imagen que permite una rápida caracterización de la basura marina hallada en los muestreos.
El director del proyecto, Fernando Martín, profesor de la Escuela de Telecomunicaciones de la Universidad de Vigo, explicó a Efe que toda esta información puede ser utilizada para que los organismos pertinentes diseñen e implementen medidas de prevención y mitigación contra la basura marina.
El uso de drones, según apuntó el director del proyecto, permitiría estudiar playas remotas o de difícil acceso, sobre todo en invierno, y aumentar la frecuencia de las campañas de recogida de residuos.
La utilidad de estos muestreos, según Martín, está en que permitirán determinar “qué (tipo de basura) se encuentra, dónde y en qué épocas del año”, y diferenciar entre la que generan los bañistas, los procedentes de colectores de la red de saneamiento o los aparejos de pesca o acuicultura que el mar lleva hasta la arena.
Pese a ser playas, sobre todo la segunda, enclavada en un parque nacional, el de las Islas Atlánticas, en las que los usuarios son “bastante responsables”, la basura llega también a sus arenales, principalmente la que arrastra el mar: tapones y botellas, restos de aparejos de pesca y piezas que se desprenden de las bateas.
De ahí la necesidad de las instituciones de establecer prioridades a la hora de acometer labores de limpieza en las playas, recalca el director de Litter Drone, que se presentará en diciembre antes de enviar a Bruselas el informe final del proyecto.
La idea de sus creadores es, en una segunda fase, explorar nuevas vías de implementación de esta tecnología, como la detección de basura flotante en mar abierto, en el medio submarino o en la exploración de fondos oceánicos.